17/6/13

La mujer no tenía alma en la Edad Media

  • TOMÁS BASALLO

    El cine y la televisión asocia Medievo con barbarie y oscuridad. Y que la Iglesia consideraba a la mujer el mismísimo demonio. Nada más lejos de la realidad.
    Una gran víctima de la ignorancia es la Edad Media; marcada por un halo de oscuridad desde hace siglos. El término Medievo viene de en medio, como diciendo: no es más que el espacio entre lo grecorromano y el Renacimiento. Y la cultura contemporánea no ha hecho más que acentuar esa imagen. No hay serie de televisión, película o bestseller que no ofrezca una imagen distorsionada de la Edad Media, con la mujer reducida a la condición de una inutilidad, cuando no de una bruja.
  • Lo que los escolares del siglo XXI no saben es que la mujer medieval competía con el hombre en igualdad de derechos, realizaba operaciones mercantiles, desempeñaba diversos oficios y tenía influencia en terrenos como la religión y la cultura.
    Régine Pernoud, autora de notables biografías sobre Leonor de Aquitania y Juana de Arco, ha dejado en evidencia, con sus investigaciones, a quienes señalan que en el siglo XX “la mujer sale, por fin, de la Edad Media”. En este periodo la mujer gozó de un relevante estatus y tuvo un papel esencial en campos como la economía, la religión y la cultura.
    Especialista en el Medievo; Régine Pernoud (1909-1998) es autora, entre otros, de los libros La mujer en el tiempo de las catedrales; La mujer en el tiempo de las Cruzadas; Blanca de Castilla; ¿Qué es la Edad Media? y A la luz de la Edad Media. En todos ellos, esta antigua archivera desmitifica la imagen que asocia a la mujer medieval con sumisión e ignorancia.
    En aquellos tiempos la mujer disfrutaba de igualdad jurídica respecto al varón: podían votar en las asambleas o en los municipios rurales. E incluso se adelanta mil años a usos y costumbres actuales. Por ejemplo, en numerosas actas notariales consta que las esposas hacían operaciones comerciales sin autorización del marido. El problema es que muchos de esos logros sociales se perdieron en el Renacimiento. Y que los programas escolares de la Ilustración y del siglo XIX redujo el milenio medieval a un paréntesis de “tinieblas”. Hoy, la televisión y el cine han hecho el resto.
    En su libro Para acabar con la Edad Media, Pernoud ridiculiza el muy extendido tópico de que la Iglesia no admitió hasta el siglo XV que la mujer tuviera alma: “Es decir, que durante siglos se ha bautizado y admitido en la Eucaristía a unos seres sin alma… ¿por qué no se hizo lo mismo con los animales?”.
    De hecho, la mujer medieval disfrutó de más derechos que la de Roma, completamente supeditada al paterfamilias. E incluso había abadesas con poder de señores feudales y con preparación cultural muy superior al de los hombres. Personajes como Santa Catalina de Siena, con una influencia directa sobre el papado, serían casi impensables siglos después. Otro tópico es considerar a la mujer como mera decoración en la sociedad de aquellos siglos. Régine Pernoud demuestra en sus estudios, que ejercía muy diversos oficios: maestra, boticaria, copista, miniaturista, encuadernadora, etcétera.
    Las féminas tenían voz y voto en las juntas de la Mesta castellana, y en las asambleas locales de pastores el voto femenino era tan válido como el de sus colegas varones. Por otro lado, desde el siglo XII, con la aparición de la lírica cortés, se redescubre a la dama como motivo de inspiración y constante argumental, a quien el poeta se dirige con una ternura y respeto. La mujer se convierte así en uno de los grandes leitmotiv de la literatura europea.
    Es innegable que muchas féminas se vieron sometidos a abusos y vejaciones, y que la viudedad equivalía a miseria y desamparo. Pero justamente, para paliar todo eso, la Iglesia recicló a los guerreros en caballeros, introdujo el culto mariano y al proponer como modelo de conducta un patrón femenino, ayudó a las mujeres en su lucha por la igualdad social. Y los trovadores pusieron en un pedestal a la figura de la dama, redescubriendo el valor de la feminidad, y rindiendo un homenaje a la mujer que muy pocas veces en la Historia ha sido superado. 

18/5/13

José maría Pedreño, Presidente de la Federación Estatal (republicana) de Foros por la Memoria


lne.es 18 5 2013

Si se identifica lo que sucedió en el pasado podremos entender lo que sucede en el momento presente. Los que se levantaron contra la democracia representada por la República son los mismos que nos están llevando ahora a la hecatombe.
-¿Y quiénes son esos «mismos»?
No sólo la Iglesia, el capital, la Italia fascista o la Alemania nazi... También las multinacionales norteamericanas que apoyaron a los golpistas...
El de ahora es un golpe con las leyes y la mayoría de los votos. Ahí están los anuncios de regular la ley de huelga, la redacción de un nuevo código penal. 
¿Por qué se niegan a eliminar la simbología franquista de las ciudades? Porque se reconocen en ella. ¿Quién es José María Aznar? Pues el nieto del Goebbels de Franco, de Manuel Aznar. Se sienten herederos de todo aquello. Los abuelos hicieron el trabajo sucio para que ahora los nietos no tengan que hacerlo, para que no se tengan que manchar las manos de sangre. Aunque estoy convencido de que si lo tuvieran que hacer, no lo dudarían un minuto. Para probar esto no hay más que analizar el papel de España en el intento de golpe de Estado a Hugo Chávez...

16/5/13

Adolfo Hitler

Varios fragmentos de Mein Kampf (Mi Lucha), de A. Hitler, que hoy defienden algunos:

(justificando eliminación de discapacitados, enfermos crónicos, mayores,...:)
“Del mismo modo que la Naturaleza no concentra su mayor energía en el mantenimiento de lo existente, sino más bien en la selección de la descendencia como conservadora de la especie, así también en la vida humana no puede tratarse de mejorar artificialmente lo malo subsistente - cosa de suyo imposible en un 99 por ciento de los casos, dada la índole del hombre - sino por el contrario debe procurarse asegurar bases más sanas para un ciclo de desarrollo venidero.”
Adolf Hitler. Mi Lucha. Primera Edición electrónica, 2003. Jusego-Chile. Pág. 22 (Disponible en internet, en varias páginas filo-nazis.)

“Siendo limitada la procreación, por disminución del número de nacimientos, sobreviene, en lugar de la natural lucha por la vida (que sólo deja en pie al más fuerte y al más sano), como lógica consecuencia, el prurito de "salvar" a todo trance también al débil y hasta al enfermo, cimentando el germen de una progenie que irá degenerando progresivamente, mientras persista ese escarnio de la Naturaleza y sus leyes. El resultado final es que un pueblo tal perderá algún día el derecho a la existencia en este mundo, pues el hombre puede, durante un cierto tiempo, desafiarlas leyes eternas de la conservación, pero la venganza vendrá, más tarde o más temprano. Una generación más fuerte expulsará a los débiles, pues el ansia por la fuerte expulsará a los débiles, pues el ansia por la vida, en su última forma, siempre romperá todas las corrientes ridículas del llamado espíritu de humanidad individualista.En su lugar aparecerá una Humanidad natural, que destruirá la debilidad para engendrar la fuerza. Esto quiere decir que quien crea asegurarle la existencia al pueblo alemán por medio de una limitación voluntaria de la natalidad, automáticamente le roba a éste el porvenir.” (id. Pag. 82)

“Apoyada en el Estado, la ideología racista logrará a la postre el advenimiento de una época mejor, en la cual los hombres se preocuparán menos de la selección de perros, caballos y gatos que de levantar el nivel racial del hombre mismo. Una época en la cual los enfermos, reconociendo su desgracia, renuncien silenciosamente, en tanto que los otros, los sanos, den gozosos su tributo a la descendencia”. (id. Pag. 239)

13/4/13

frases de fatos políticos

"Para hablar de educación sexual, por ejemplo, que es un derecho de los niños y de las niñes, Señoría, independiente de quienes sean sus familias, porque todos los niños, las niñas, les niñas de este país, tienen derecho, tienen derecho a conocer su propio cuerpo, a saber que ningún adulto puede tocar su cuerpo si ellos no quieren, si ellos no quieren, y que eso es una forma de violencia. Tienen derecho a conocer que pueden amar o tener relaciones sexuales con quien les de la gana, basadas eso sí en el consentimiento. Y esos son derechos, que tienen reconocidos, y que a ustedes no les gusta."
(Irene Montero, ministra de igualdad, intervención en sede parlamentaria el 21 de septiembre de 2022)

Mayo 2020: el Gobierno socialista y EH-Bildu llegan a un acuerdo para derogar "de manera íntegra" la reforma laboral de 2012 aprobada por el PP. A cambio, Bildu se ha abstenido en la votación del estado de alarma, logrando así su aprobación para otras dos semanas más, hasta el próximo 7 de junio 2020.

Pedro Sánchez: “Vamos a avanzar en derechos, derogando la ley mordaza porque ninguna sociedad realmente libre persigue la libertad de expresión” (septiembre 2018. Llevaba 100 días de Presidente). en octubre de 2021, hace menos de un año, en la clausura del 40 Congreso del PSOE en ValenciaSánchez lo prometió de nuevo. Decía: “Avanzaremos poniendo fin a leyes como la ley mordaza, como la reforma laboral del PP […]”.

Pedro Sánchez: "Estoy siendo bastante claro. Estoy diciendo que con Bildu no vamos a pactar" (abril 2015). "El PSOE tiene la misma posición, que es que con Bildu no se acuerda nada" (julio 2015)

Zapatero: “España está a salvo de la crisis financiera” (21 de Agosto del 2007)

Zapatero: “Lo anunciaré de forma sencilla pero ambiciosa: la próxima legislatura lograremos el *Pleno empleo en España*. No lo quiero con carácter coyuntural, lo quiero *definitivo*”. (3 de Julio de 2007),

Zapatero: “Estamos seguros de que vamos a superar a Alemania y a Italia en renta per cápita de aquí a dos o tres años. Les vamos a coger” (14 de Enero de 2007), 

Zapatero: “Sí, bajar impuestos es de izquierdas” (3 de Septiembre de 2005),

María Antonia Trujillo(PSOE): “Son unos irresponsables aquellos que piensan que en España existe una burbuja inmobiliaria augurando un brusco descenso en el precio de la vivienda” (24 de Junio de 2004), 

El PSOE y en su representación Carmen Calvo: “Estamos manejando dinero público, y el dinero público no es de nadie” (29 de Mayo de 2004), 






 







Argumentos a un ataque "económico" del PSOE a la Iglesia (en la época de marcar la cruz en la declaración de la Renta)


Mientras la Iglesia Católica y los comedores de Cáritas se esfuerzan por ayudar a las víctimas del desastre en el que nos metió Zapatero, los jóvenes del PSOE pretenden que la ruina dejada por su partido la paguemos por los católicos. Para ello han puesto en marcha una nueva campaña anticatólica para la cual están difundiendo datos falsos.
Hoy el secretario general de las Juventudes Socialista, Nino Torre, afirmaba: “la Iglesia católica recibe más de 6500 millones de euros anuales entre exenciones fiscales y percepción directa de las arcas del públicas.” Esto lo recoge la web de las JSE. El diario Público ha difundido el desglose de esa cifra hecho por las JSE. A continuación lo analizo punto por punto:
“Asignación 
Tributaria 
PGE 
278M
”
Cifra falsa. La propia Conferencia Episcopal publicó el 18 de Febrero que la asignación tributaria correspondiente a 2012 fue de 247,1 millones de euros, 31 millones menos de lo que afirman las JSE. Hay que decir que ese dinero procede de los 9,1 millones de contribuyentes que decidimos libremente marcar la casilla de la Iglesia Católica en el IRPF. En el colmo del cinismo, las JSE piden suprimir esa casilla que nos permite elegir si queremos dedicar o no a la Iglesia Católica una parte de nuestros impuestos, mientras otra parte de nuestros impuestos va a parar a las cuentas de la JSE sin que tengamos opción de negarnos. En fin, yo lo que quiero no es que se suprima la casilla de la Iglesia, sino que pongan otra para el PSOE y demás partidos, a fin de poder evitar que reciban ni un céntimo de mis impuestos.
“Otras
 asignaciones 
PGE 
4,35M
”
Ni siquiera se molestan en indicar de qué asignaciones se tratan. El caso es que casillas que podamos cubrir los contribuyentes hay dos: la ya citada de la Iglesia Católica, y otra dedicada a fines sociales. ¿Nos pueden explicar las JSE a qué “otras asignaciones” se refieren?
“Conciertos
 y
 subvenciones 
a
 centros 
educativos 
3.900M
”
Esto ya es la monda: venden como dinero que recibe la Iglesia de forma “directa de las arcas del públicas” los conciertos a colegios concertados católicos. Por esa regla de tres, si yo -que soy católico- voy a una consulta médica en un hospital público, ¿los de las JSE dirán que el gasto hecho en esa consulta es una ayuda directa a la Iglesia? Les creo capaces… Como ya dije aquí hace un año, un colegio concertado católico no recibe dinero del Estado por ser católico, sino por ser colegio y por cumplir determinados requisitos legales. Ese dinero no es una ayuda a la Iglesia Católica, sino una prestación a las familias derivada del Art.27.1 de la Constitución: “Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza.” Si lo que pretenden los jóvenes del PSOE es que se discrimine a determinados centros por razones religiosas, entonces las JSE están pidiendo que se viole el Art.14 de la Constitución, que prohíbe ese tipo de discriminaciones por parte del Estado. Además, las JSE ocultan que los colegios concertados católicos suponen un enorme ahorro al Estado en materia de educación. A modo de ejemplo, en 2009 ese ahorro fue de 4.399 millones de euros. Como indica la propia Conferencia Episcopal, “según datos del propio Ministerio de Educación, una plaza en un centro público tiene un coste anual de 3.518 euros. En un centro concertado, esa misma plaza cuesta al erario pública únicamente 1.841 euros”. Así pues, la supresión de los conciertos obligaría al Estado a pagar por plazas públicas casi el doble de lo que le cuestan ahora las plazas en colegios concertados. ¿Pretenden las JSE que nos suban aún más los impuestos para pagar las consecuencias de sus ocurrencias anticatólicas?
“Salarios 
profesorado 
Religión 
700M
”
Cifra falsa. Para empezar las JSE no explican de dónde sacan esta cifra, pero las cifras que manejan las JSE son sospechosas. El pasado mes de octubre la organización anticatólica Europa Laica afirmó que dicha partida era de 500 millones. Esta cifra se refería a 2011. ¿Un año después esa partida ha aumentado 200 millones? No es creíble. Pero un observador atento puede encontrar una llamativa casualidad: el año pasado Europa Laica cifró en 4.600 millones la partida de conciertos y profesores de religión. Es justo lo que suman las partidas de conciertos y profesores de religión publicadas hoy por separado por las JSE. ¿Han cogido los cachorros del PSOE las cifras -también falsas- publicadas por Europa Laica el año pasado, y se han limitado a desgranarlas a su antojo? A la vista de los datos y de la falta de fuentes, parece que sí. La manipulación la confirman las propias cifras oficiales: en marzo de 2012 el propio gobierno informó que en 2011 gastó 109 millones en profesores de religióny que el gasto previsto para 2012 era de 100 millones, 16 menos que dos años antes ysiete veces menos de lo que afirman las JSE en su grosera manipulación de hoy. Hay que recordar, además, que el dinero que el Estado dedica a pagar a los profesores de religión no es una ayuda a la Iglesia Católica, sino que es una prestación a las familias derivada del derecho que ampara el Art.27.3 de la Constitución“Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.” Actualmente el 70% de las familias elige voluntariamente la asignatura de religión, y eso a pesar de todos los empeños del PSOE por perjudicar y discriminar a quienes la cursan.
“Atención
 sanitaria 
directa 
700M
”
Las JSE no explican ni de dónde sacan ni qué significa esta cifra. El año pasado Europa Laica afirmó que la Iglesia recibía 3.200 millones en concepto de “atención sanitaria”. La organización anticatólica lo explicaba así: “Para financiar tanto dispensarios y centros para transeúntes, como hospitales y centros de salud dirigidos por órdenes religiosas”. Una vez más,las JSE presentan como ayuda directa a la Iglesia subvenciones que se dan a ciertos hospitales por el servicio social que prestan y por cumplir ciertos requisitos legales, no por ser católicos. De hecho, hay hospitales no católicos que también reciben ese tipo de subvenciones. Lo que las JSE no dicen es que la labor que hacen las ONGs, los colegios y los hospitales católicos ahorra un dineral al Estado. En 2004 el prestigioso economista José Barea publicó un estudio que apuntaba que el Estado se ahorra 5.350 millones de euros gracias a los hospitales católicos y 4.016 millones gracias a otros centros sociales católicos. Y eso que entonces no había crisis y los centros sociales católicos no recibían tantas peticiones de ayuda como ahora. Si el gobierno hiciese caso a las JSE y asumiese el coste de esa labor, sería una ruina para el Estado y habría que aumentar los impuestos para pagar el aumento del coste. Parece que los cachorros del PSOE no han tenido bastante con apoyar al gobierno socialista que arruinó España, y ahora quieren seguir arruinándonos.
“Capellanes 
instituciones 
públicas 
25M
”
Las JSE se limitan a copiar la cifra dedicada a “capellanes en cárceles y cuarteles” dada por Europa Laica -que tampoco indicaba fuente- el año pasado. Lo gracioso del caso es que la propia Europa Laica reconoció en agosto de 2010 lo siguiente“No es posible tener acceso a datos globales y fehacientes sobre el dinero público dedicado al servicio y atención religiosa de las Fuerzas Armadas en los Presupuestos Generales del Estado (Ministerio de Defensa…).” ¿Pueden explicar entonces Europa Laica y las JSE de dónde sacan esa cifra? ¿Quizás se la han inventado? Según el Arzobispado Castrense, en 2009 había en nuestras Fuerzas Armadas 110 capellanes. Según la Pastoral Penitenciaria, en 2011 había en España 142 capellanes católicos en las cárcelesSi dividimos entre ellos la partida que les asignan Europa Laica y las JSE, tendríamos que cada capellán cobraría 99.206 euros (16,5 millones de pesetas) al año. Para que nos hagamos una idea de lo irreal de esa cantidad, el sueldo de Rajoy como presidente del gobierno es de 74.912 euros. Por cierto: igual que sus colegas anticatólicos, lo que los jóvenes del PSOE no dicen es que los capellanes castrenses cubren sus plazas por oposición, y que su manutención se justifica por la asistencia religiosa que prestan a los miembros de las Fuerzas Armadas allí donde están destinados, incluyendo países como Afganistán o el Líbano. Casi todos los países democráticos ofrecen esa asistencia espiritual a militares y presos, a través de capellanes de distintas confesiones. España no es menos: en 2007 ya había en las cárceles españolas el doble de capellanes protestantes que de capellanes católicos. Por aquel entonces ya había también 116 capellanes de los Testigos de Jehová (cifra que también superaba a la de los católicos). Sin embargo, las JSE sólo se quejan de los capellanes católicos.
“ONG’s 
afines 
a 
la 
Iglesia. 
91,3M
”
Además de no explicar el origen de esta cifra, las JSE repiten la manipulación hecha en el caso de colegios y hospitales. Las ONGs reciben sus fondos por dos vías: la casilla de fines sociales del IRPF y las subvenciones. Obvia decir que si una ONG católica recibe subvenciones es porque hace una labor beneficiosa para la sociedad y porque cumple ciertos requisitos legales, no porque sea católica. Una vez más, lo que pretenden los jóvenes del PSOE es que se viole el Art.14 de la Constitución discriminando a los católicos, por el mero hecho de serlo, a la hora de recibir subvenciones. Pero en este caso la pretensión totalitaria de los cachorros del PSOE es aún más grave y desvergonzada. Y es que ONGs católicas como Cáritas llevan años ayudando a muchos españoles a los que el PSOE llevó a la ruina. ¿A los socialistas no les basta con dejar en el paro y en la miseria a tanta gente, que ahora además la quieren dejar sin ayuda, comida ni techo? Desde luego, el odio anticatólico de los jóvenes socialistas ya llega a extremos repugnantes.
“Exención
 IBI 
900M
”
Nuevamente, las JSE no explican de dónde sacan esta cifra. El año pasado Europa Laica, también sin explicar de dónde la sacaba, cifraba ese importe el 1.000 millones. Por supuesto, tanto una como otra cometen la burrada de catalogar una exención fiscal como una ayuda directa del Estado a la Iglesia. Pero en el caso de las JSE esta torpeza es aún más grave. Y es que el Artículo 15 de la Ley 49/2002 dice lo siguiente sobre las exenciones del IBI: “Estarán exentos del Impuesto sobre Bienes Inmuebles los bienes de los que sean titulares, en los términos previstos en la normativa reguladora de las Haciendas Locales, las entidades sin fines lucrativos, excepto los afectos a explotaciones económicas no exentas del Impuesto sobre Sociedades.” A su vez, el Artículo 9 de la Ley Orgánica 8/2007, de 4 de julio, sobre financiación de los partidos políticos, aprobada durante el mandato del Zapatero, señala:“En lo no previsto en este título se aplicarán las normas tributarias generales y en particular, las previstas para las entidades sin fines lucrativos.” Es decir, que una ley aprobada por el PSOE exime al PSOE de pagar el IBI, y ahora los jóvenes del PSOE presentan eso como un privilegio de la Iglesia, a pesar de que su partido disfruta de esa exención en pie de igualdad con las entidades sin ánimo de lucro. Desde luego, la jeta de los cachorros socialistas es espectacular, pero no lo es menos su inquina selectiva hacia la religión. Y es que entre otras entidades no lucrativas, se benefician de esa exención también la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), la Federación de Comunidades Israelitas de España y la Comisión Islámica de España. Sin embargo, y como en todos los demás casos expuestos, las JSE sólo piden la eliminación de las exenciones a la Iglesia Católica.
Los jóvenes del PSOE pretenden suprimir el matrimonio católico
Además de las citadas cifras falsas y de las ya mencionadas pretensiones de violar los derechos fundamentales de los católicos, las Juventudes Socialistas han propuesto hoy una batería de medidas represivas contra los católicos. La más delirante de todas es la siguiente:“Suprimir los efectos civiles del matrimonio canónico, de modo que sólo el matrimonio civil sea el único válido para el Estado.” Para proponer este disparate, las JSE achacan al matrimonio católico un “carácter residual”. No han debido leer las cifras de 2012: en España se celebraron 41.778 matrimonios católicos. En comparación con los 99.898 matrimonios civiles no parece, desde luego, una cifra residual. Lo curioso es que las JSE no exigen lo mismo para los 549 matrimonios que se celebraron por el rito musulmán, judío o evangélico. ¿Será que más de 41.000 matrimonios católicos les parecen algo residual pero menos de 600 matrimonios de otras religiones no? Pero aún hay más: en 2011 hubo 3.880 bodas entre homosexuales, sólo un 2,38% del total. Parece que en este caso el “carácter residual” les importa un pimiento a los jóvenes anticatólicos del PSOE, que apoyaron con tanto entusiasmo la desnaturalización del matrimonio para dar cabida en él a las parejas del mismo sexo, y que ahora pretenden negar ese reconocimiento legal a los matrimonios católicos, lo cual ya es el mundo al revés.
En fin, ante las manipulaciones y disparates liberticidas del PSOE, yo me pregunto por qué tengo que seguir soportando a estos totalitarios de pacotilla con mis impuestos. Ojalá les pongan a ellos una casilla en el IRPF, para ver el apoyo real que tienen en nuestra sociedad. Desde luego, es vergonzoso que un partido desprestigiado por su pésima gestión de la economía, que ha cavado su propia tumba política a base de arruinar y generar odio y enfrentamiento entre los españoles, ahora pretenda resolver sus problemas con una campaña cristianófoba. Al final siempre ocurre lo mismo: los charlatanes de la política, los que son incapaces de ofrecer nada bueno ni útil a la sociedad, siempre acaban buscando apoyos culpando de todos los males de la sociedad a un chivo expiatorio. Ejemplos ha habido ya demasiados en la historia como para que tenga que recordarlos aquí. Lo que sí espero es que las JSE tengan muy presente la responsabilidad que asumen al encender la mecha del odio anticatólico. Bajo el mandato del PSOE ya se desató una brutal y sangrienta persecución anticatólica durante la última guerra en España, con miles de asesinados. Lejos de pedir perdón por aquello, los socialistas siguen jugando con fuego, sin importarles lo más mínimo que la sociedad acabe incendiada y que gente buena y que se desvive por ayudar a los demás acabe pagando las consecuencias del odio que ellos promueven.
Fuente: Blog "contandoestrelas" 6 abril 2013
NOTA: Nino Torre es hijo de Graciano Torre, miembro del Gobierno socialista asturiano desde hace años. Es diputado con 27 años en el Principado de Asturias.

Sr. Torre,hijo: si fueran honestos al lado de las cifras de ingresos deberían poner las cifras de lo que la Iglesia "invierte" en España. Por ejemplo:
Lo que ahorra al Estado con su labor asistencial, educativa, sanitaria, o de mantenimiento del Patrimonio Cultural, entre otras actuaciones, oscila aproximadamente entre 30.000 y 32.000 millones de € al año. Son actividades todas ellas en la que el Estado tendría que intervenir dinero si se hiciera cargo de ellas. Las cifras de la Iglesia Católica hablan por si solas, por ejemplo, 
en la educación con los 5.141 centros de enseñanza concertada existentes que acogen a mas de 1.000.000 de alumnos, el Estado ahorró en 2008 un total de 4.148 millones de €, 
en hospitales (107 centros)5.617 millones de €, 
en Ambulatorios, dispensarios, asilos, centros de minusválidos, de transeúntes y enfermos de sida (51.312 camas)4.216 millones de €, 
Centros de reeducación para marginados sociales: exprostitutas, expresidiarios, y extoxicómanos (53.140 personas)191.620 €, 
Orfanatos (10.835 niños abandonados)98.380 €, 
(Gastos de cáritas al año por donaciones a españoles), 162.750 €, 
(Gastos de Manos Unidas al año por donaciones a españoles) 45.150 €, 
Gastos de obras misioneras Pontificias – Domund a españoles) 22.050 € año, 

TOTAL 14.502.250 MILLONES DE € AÑO DE AHORRO al año 2008

9/4/13

Expertos del vivir del subvencionismo en partidos políticos y sindicatos.


PABLO MOLINA, libremercado.com 
Tras hacerse público que la Fundación Ideas para el Progreso ha pagado 600.000 euros a empresas de amigos y familiares de altos cargos del PSOE, la portavoz de ese partido en el Congreso ha defendido públicamente su carácter legal "y hasta moral". La moralidad de una decisión política trasciende obviamente el terreno jurídico, pero en cuanto a la legalidad de encargar trabajos a amigos y familiares de los cargos públicos, la Ley General de Subvenciones es tajante al prohibir expresamente en su artículo 29.7.d subcontratar con "personas o entidades vinculadas con el beneficiario" trabajos o encargos que hayan sido objeto de subvención pública.
Así pues, salvo que las tareas encargadas a la empresa de la hermana de Elena Valenciano hayan sido abonadas íntegramente con dinero de los afiliados y patronos de la organización socialista, la fundación del PSOE estaría incumpliendo flagrantemente la normativa general que regula la aplicación de los fondos públicos. 
La Fundación Ideas para el Progreso, presidida en la actualidad por Alfredo Pérez Rubalcaba como Secretario General del PSOE, ha recibido en los dos últimos años 3,5 millones de euros en subvenciones públicas. La norma legal que regula la gestión de estos fondos oficiales establece además en su artículo 31.3 que cuando un suministro o servicio de consultoría supere los 12.000 euros, "el beneficiario deberá solicitar como mínimo tres ofertas de diferentes proveedores, con carácter previo a la contracción del compromiso para la prestación del servicio o la entrega del bien, salvo que por las especiales características de los gastos subvencionables no exista en el mercado suficiente número de entidades que lo suministren o presten".
En el caso de las labores de traducción, es obvio que existen muchas más empresas capaces de realizar satisfactoriamente ese trabajo además de la que dirige la hermana de la vicesecretaria general del PSOE. Sin embargo, como las justificaciones documentales de las subvenciones recibidas no se hacen públicas, resulta imposible determinar si el PSOE cumplió el requisito de pedir varios presupuestos y contratar con el más barato tal y como exige la normativa vigente. 
Por todo lo anterior, tan sólo una investigación de los organismos subvencionadores de las fundaciones de los partidos políticos -el principal es el Ministerio de Cultura, Educación y Deporte-, a la vista de las justificaciones documentales aportadas por cada uno de ellos, podría aclarar si la gestión de esos fondos ha estado acorde con las exigencias de la normativa actual en materia de subvenciones públicas. En caso contrario, la legislación obliga a que reintegren a las arcas públicas todos los fondos incorrectamente aplicados, si bien es algo que, hasta la fecha, no existe constancia de que alguna vez haya ocurrido.



KETTY GARAT, libertaddigital.com 
La dirigente socialista Soraya Rodríguez defendió hoy que loscontratos de las fundaciones y los partidos políticos a "gente afín" son "legales" y "morales", a raíz de que El Mundo haya publicado que la Fundación Ideas pagó 600.000 euros a empresas proveedoras de amigos y familiares de dirigentes del PSOE. Rodríguez señaló que "en ese medio en el que se publica se expresa de forma clara que no hay ninguna ilegalidad en lo que pretenden denunciar". y añadió que "todos los contratos de la fundación son legales" y añadió: "Aquí no hay absolutamente ninguna ilegalidad".
Preguntada por Libertad Digital si consideraba morales estas prácticas, la portavoz parlamentaria socialista aseguró que "por supuesto que son morales; igual que los partidos políticos, (las fundaciones) contratan indudablemente a gente afín, de su ideología", ha respondido Rodríguez al ser preguntada si considera "morales" los contratos de la Fundación Ideas, perteneciente a su partido.
Fuentes de la dirección del PSOE explicaron a LD que "por supuesto se trata de contratos legales porque sólo la administración pública está obligada a celebrar un concurso para la adjudicación de contratos". Sobre la moralidad de concederlos directamente a dedo a familiares de la dirección federal son contundentes: "Pues, pregúntale a Pedro Arriola", sociólogo de cabecera de Mariano Rajoy y marido de la vicepresidenta del Congreso Celia Villalobos.
En rueda de prensa tras registrar sus iniciativas sobre el caso Bárcenas, la portavoz del PSOE en el Congreso ha defendido que esos contratos son "absolutamente legales" y que la Fundación Ideastiene sus "cuentas debidamente auditadas y presentadas en el patronato del Ministerio de Cultura". Sobre si es "moral" ese tipo de contratación, ha respondido también que "lo importante es la actuación legal" y ha insistido en que "no hay ninguna ilegalidad" en los contratos de Ideas.
Recordó además que la propia fundación ha emitido esta mañana un "comunicado en el que manifiesta de forma clara, expresa y rotunda que todos los contratos son legales" y que, no obstante, dicha fundación está "dispuesta a cualquier aclaración".




, libertaddigital.com  
Las últimas cuentas presentadas por una de las fundaciones históricas del PSOE, la Pablo Iglesias, a las que ha podido acceder Libertad Digital, revelan una llamativa gestión del que fuera uno de los buques insignias de la propaganda socialista.
La fundación, que está presidida por Alfonso Guerra, fue un su momento una de las más influyentes instituciones de este tipo de España, sin embargo hoy en día no parece conservar ese ascendiente y, de hecho, el ritmo de actividades que celebra u organiza ha caído en picado.
Además de Guerra, en su patronato figura buena parte de lo más grado del PSOE: Elena Valenciano, Zapatero, José Blanco, Caldera, Chaves, Borrell... así como el líder de UGT, Cándido Méndez.

Probablemente, la caída de actividad en la Pablo Iglesias se deba, entre otras cosas, a la reducción del flujo de dinero público que permite la existencia de este tipo de instituciones. De hecho, los ingresos cayeron en 2011 –último año del que están disponibles las cuentas- desde los más de 2,5 millones de euros del año anterior a"sólo" 1,24 millones.
La mayor parte de estos ingresos provenían de la Fundación Ideas del PSOE, que recibe generosas subvenciones públicas. Concretamente, la institución presidida por Jesús Caldera proporcionó dos subvenciones por un monto total de 980.000 euros.
Además, la Pablo Iglesias obtuvo 212.000 euros en subvencionesdirectas de diversos organismos públicos: los ministerios de Presidencia, Ciencia e Innovación y Cultura, así como de Dirección General del Libro e incluso de la Comunidad de Madrid, de la que recibió 2.194 euros.
El resultado de esta caída en los ingresos, registraron unas pérdidas más que notables en este año: casi 900.000 euros. Un resultado que contrasta con el que había tenido el año anterior, en el que registró casi 150.000 de beneficios.


Resulta muy llamativo que, pese a la merma del dinero recaudado, la fundación aumentó sus gastos de personal en 45.000 euros. Esta partida es además una de las mayores del presupuesto, ya que supone 1.238.000 euros.

Pero todavía más llamativo resulta el destino de parte del dinero del que disponía la Pablo Iglesias. Así, tal y como reconoce su propio inventario, la fundación socialista dispone de cuatro vehículos Audi, al menos dos de ellos de alta gama.
Así, por un lado se reconoce un contrato de arrendamiento de un "Audi A6" por un valor de 41.132 años, con cuatro años de duración y que concluiría en el mismo 2011 de las cuentas disponibles.
Además, durante ese mismo año se adquiere otro Audi A6 por un valor de 54.738 euros, que se engloba dentro del capítulo de "inversiones efectivamente realizadas en la actividad propia en cumplimiento de fines", de la que supone más de la mitad. El precio consignado se correspondería en el mercado actual con el del modelo 3.0 TDI Quattro S Tronic 204 C, cuatro puertas automático.
Pero por si esto no es suficiente, en el inventario aparecen otros tres vehículos, uno que se da de baja después de un periodo muy corto de amortización, y otros dos adquiridos en 2007 y que cuatro años más tarde seguían formando parte del patrimonio de la institución.

Otra partida de gastos importante es la de relaciones públicas, que asciende a 622.331 euros. De esta cantidad 172.368 euroscorresponden a publicidad y propaganda, mientras que otros 131.306,36 euros se destinaron a gastos de teléfono, comidas, locomoción y material de oficina. Además, junto a la denominación: "otros profesionales" se consigna un importe de 144.041 euros.
Con todo este dinero la Fundación Pablo Iglesias organizó, durante el año 2011, una serie de actos: dos conferencias; un curso que se celebró dentro de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo; un encuentro sobre derechos humanos; y tres jornadas. Además, se publicaron cuatro números de la revista Letra Internacional y otros dos de Cuadernos de Alzate

17/2/13

Algunos mitos sobre el dinero de la Iglesia en España

El español medio no tiene una gran cultura económica y es fácil hablar de dinero dando la sensación de que "hay algo turbio". Es bueno aclarar algunos mitos.

Queremos comentar aquí algunas ideas que circulan últimamente sobre la economía de la Iglesia en España y más en concreto sobre su relación con el Estado. No hablaremos de las cuentas de la Santa Sede ni de la Iglesia en otros países, excepto por comparación.


MITO 1: La Iglesia es, económicamente, UNA gran entidad

Falso. Jurídica y administrativamente, la Iglesia católica no es UNA entidad. Son -textualmente- 40.000 entidades distintas, sólo en España. Son parroquias, órdenes, movimientos, asociaciones, fundaciones, organizaciones, diócesis... Cada una tiene su propio estatuto económico, cada una lleva sus propias cuentas, según las leyes civiles vigentes y según el derecho canónico. El tesorero de un obispado no tiene nada que ver con el de una ONG católica o con el de una parroquia. Hablar de "el dinero de la Iglesia" es como hablar de "el dinero de la sociedad civil": se refiere a muchas entidades distintas y de muy diversas funciones.


MITO 2: En España, el Estado subvenciona a la Iglesia.

Falso. Son los ciudadanos quienes libremente asignan una cantidad de dinero a la Iglesia mediante la famosa "crucecita" del IRPF. El Estado no da ese dinero, lo dan los ciudadanos. El Estado lo único que hace es ayudar a recaudarlo.


MITO 3: El "sistema alemán" de financiación de la Iglesia es una alternativa que propone el Gobierno

Ojalá. El secretario de Libertades Públicas del PSOE, Álvaro Cuesta, propuso hace unos meses recurrir a un sistema "similar al alemán", que según él es un “impuesto religioso voluntario y adicional” donde el Estado haría de mero recaudador. En realidad, en Alemania, cada ciudadano con capacidad fiscal, por el sólo hecho de estar bautizado, destina automáticamente a su iglesia (católica o protestante) una cantidad adicional de un 9% sobre lo que paga a Hacienda (un 8% en Baviera y Baden-Wutenberg).
La administración alemana se queda entre un 2 y un 4,5% de comisión según el land. Sólo se libran de pagar aquellos que renuncian a su fe mediante declaración de apostasía. Así, en el 2003, la Iglesia católica de Alemania, la más rica de Europa, ingresó, por la vía del Impuesto sobre la Renta, casi 4.500 millones de euros. ¡Compárese el contraste con los 141 millones que recibirá la Iglesia española por la "crucecita" del IRPF este año 2005! Sería muy extraño, realmente, que el Gobierno implantase este sistema en España.


MITO 4: "Lo de las expropiaciones es cosa del pasado".

En España el Estado tiene una larga tradición de confiscar bienes eclesiales. Cuando al Estado le falta dinero, confisca cosas a la Iglesia. Empezó en 1768 (Reforma de Olavide), cuando se expulsó a los jesuitas y se confiscaron sus tierras. Justo antes de la Guerra de Independencia (desamortización de Godoy) se confiscaron los bienes de hospitales, hospicios, casas de misericordia y cofradías, casi todas ellas entidades eclesiales.

En 1808 era José Bonaparte, el hermano de Napoleón, quien confiscaba bienes eclesiales. En 1823 fueron las Cortes de Cádiz, decretando la reducción a un tercio del número de monasterios y conventos. De 1834 a 1854 la famosa desamortización de Mendizábal confiscó todas las propiedades de monjes y frailes y parte de las del clero secular. En 1855 la Ley Pascual Madoz fue la confiscación más completa de bienes del clero, tanto regular como secular. Estas confiscaciones enriquecieron sobre todo a la burguesía urbana y rural.

Hoy, más eficaz que expropiar es amenazar una y otra vez a la Iglesia con dificultar su financiación. El 4 de mayo de 2004 el ministro de Justicia, Juan-Fernando López Aguilar ya declaró que el Gobierno quiero revisar la financiación de la Iglesia y reformar los Acuerdos de 1979, entre la Santa Sede y el Estado. El 22 de julio era el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, quien anunciaba que la financiación de la Iglesia "tendrá que acabarse algún día".

Pero aún así hoy, en pleno siglo XXI, la tradición de expropiar se mantiene viva. El 27 de diciembre de 2004, uno de los portavoces del tripartito catalán, Joan Boada (IC-V-EUA) pedía en el DIARI DE GIRONA "una confiscación y posterior socialización de los bienes de la Iglesia". En mayo de 2002, el arquitecto Oriol Bohigas, ex-concejal y actual asesor del alcalde socialista de Barcelona, pedía "que la Sagrada Familia sea el vestíbulo de la estación del Tren de Alta Velocidad".

Una víctima preferencial son los conventos de monjas carmelitas: en el 2003 el Ayuntamiento de Córdoba (IU) quería expropiar un huerto a un convento carmelita, pero 40.000 firmas y una oleada de e-mails pararon la medida. Lo mismo intentó el ayuntamiento socialista de León en el 2004 con sus carmelitas descalzas, con la consiguiente oleada de quejas ciudadanas. En Esplugues (Barcelona), el Ayuntamiento socialista este año 2005 acosaba con deshaucios y expropiaciones a un monasterio de dominicas aunque la presión ciudadana ha bloqueado el proceso por ahora.

Tomado de ForumLibertas.com

13/2/12

Cayo Rodríguez-Ponga, nacido en 1911, en La Felguera, relata sus «Memorias» y los episodios que vivió en la Guerra Civil y en la inmediata posguerra.

Acaba de cumplir los 101 años, edad que permite echar un vistazo a todo el siglo XX español, vivido desde una farmacia de La Felguera (Langreo), que regentó desde el 1 de abril de 1931 hasta 1985. Una botica «que me salvó la vida varias veces, porque el farmacéutico suele estar metido en la rebotica», explica Cayo Rodríguez-Ponga Ajuria, licenciado en Farmacia y en Derecho, y concejal de su villa natal entre 1970 y 1976. Así, durante la revolución asturiana de Octubre de 1934, «metido en la rebotica me leí cinco tomos de historia de España y "El Quijote", hasta que no pude servir un medicamento que se me había acabado y me detuvieron unos milicianos con pistolones».


Rodríguez-Ponga pasó también por la Guerra Civil, en la que no participó, pero terminada la contienda realizó milicias de segunda línea en La Felguera. «Durante una de las vigilancias nocturnas un guardia civil amigo que había estado en la defensa de Oviedo me narró que quien había sacado de sus dudas al coronel Aranda para sublevarse con los nacionales fue un comandante de la Benemérita».


Ya como farmacéutico en ejercicio «me preocupé más de la contaminación atmosférica de La Felguera, del ambiente en que vivíamos, lleno de humo y de polvo de las industrias». Los análisis del aire y de las aguas del concejo, como inspector farmacéutico, fueron parte destacada de su trabajo. En los años sesenta fue directivo del Centro de Iniciativas Socioeconómicas del Valle del Nalón, y como tal se opuso al fuerte desmantelamiento industrial de La Felguera. «Un procurador por Asturias dijo en las Cortes que nuestras industrias estaban obsoletas y ahí comenzó el declive; había 70.000 habitantes en los setenta y ahora son 20.000 menos».


Accedió al Ayuntamiento de La Felguera en una candidatura alternativa a la oficial del régimen. Durante su etapa municipal la Corporación logra el nuevo puente entre La Felguera y Lada, y el Instituto de Enseñanza Media, los polígonos industrial y urbano de Riaño o el nuevo parque de la localidad.




Sus inquietudes religiosas le llevaron a postular diferentes reformas que necesitaba la Iglesia católica antes del Concilio Vaticano II. Este acontecimiento «fue una cosa magna y extraordinaria, pero no le hemos sacado provecho todavía». También lamenta que el Concilio no abordase ciertas cuestiones. «Mi padre tuvo 12 hijos por ser exageradamente fiel a la doctrina católica, que el Concilio no quiso revisar».


Desde la rebotica. «Nací el 23 de enero de 1911, en La Felguera, Langreo. Ya de niño, oía desde la rebotica cómo los clientes que iban a la farmacia de mi padre hablaban con él de lo revueltas que estaban las cosas. "¡Qué mal está la situación, don Gerardo!", decían. Gerardo Rodríguez Ponga era mi padre, natural de Riaño, nacido en 1874 y fallecido en 1925. Lo que España vivía entonces era que a finales del siglo XIX había perdido las últimas colonias ultramarinas, Puerto Rico, Cuba y Filipinas, con nuestras tropas vencidas y la Armada destruida en gran parte por la intervención hostil de EE UU. Después, ya en el siglo XX, durante mi infancia se hablaba de las graves derrotas sufridas por nuestro Ejército a manos de los bereberes insurrectos en el Protectorado de Marruecos. A todo ello había que añadir a nivel mundial la destructiva guerra europea y las revoluciones habidas en Rusia y otros países. Y con ello, la hostilidad nacional entre partidos, entre liberales y conservadores, y la división entre la burguesía, o la violencia de las reivindicaciones obreras, la inseguridad ciudadana y la depresión económica del país, así como la minoración de la moral pública. Sin embargo, todos estos males no fueron obstáculo para que hubiera paréntesis de relativa tranquilidad y bonanza, como entre los años 1923 y 1929 del Gobierno de Primo de Rivera, cuando se logró el fin de la guerra de Marruecos y aumentó la seguridad pública; pero no dura mucho la felicidad en la casa del pobre, como dice el refrán, y volvieron las turbulencias político-sociales en los años 30, junto con las secuelas de una crisis económica mundial».


El asesinato de Dato. «A mi padre le decían los clientes de la farmacia, según escuchaba yo: "No ve usted cómo está esto". "Sí, muy mal, muy mal", decía mi padre, y añadía: "En fin, vamos a ver si salimos de ello, porque ahora parece que el Gobierno de Dato?"; pero ni Dato ni nadie. A Dato lo mataron en 1921. Él había iniciado la Seguridad Social en España y lo mataron los anarquistas yendo en coche a las Cortes. Eduardo Dato, ¡por favor!, un hombre tan ilustre que inició toda la legislación social en España, la limitación de las horas de trabajo, la del trabajo nocturno, que tenía que ser más remunerado, el trabajo de niños y jóvenes? Todo eso reguló entonces, como que los accidentados tuvieran una subvención, que antes quedaban deshechos y los mandaban para casa y la familia no sabía qué hacer con ellos. Y cuando moría el padre, moría todo; a mendigar o a robar. Mi infancia fue en un tiempo en el que se vivía pendiente de las catástrofes mundiales, de las huelgas, de las revueltas, de las revoluciones y los asesinatos, y con motivo de todo ello, la pobreza consiguiente, las huelgas que cerraban industrias, los asaltos a los comercios. De niño presencié conflictos en La Felguera, muchos. Un conflicto cada mes; si no era en Duro Felguera, era en la fábrica de ladrillos refractarios para los altos hornos o, si no, era en la fábrica de productos químicos o, si no, en la trefilería. Rotaban los conflictos y cierres, y las manifestaciones e insultos. Me enteraba de que mataron a fulano porque entró al trabajo siendo día de huelga, y al volver a casa caminado por las vías, detrás de unos vagones le esperaron y le mataron. Era un cliente de la farmacia. Iba con su cazuelina de la comida, porque vivía cerca de Noreña e iba todos los días a trabajar, y tuvo el valor de entrar a la fábrica en día de huelga porque necesitaba el dinero para su familia. Quiero decir que todo eran conflictos y huelgas y situaciones duras e injustas».


Huelgas interminables. Recuerdo que años más tarde, en 1936, cuando yo ya me había hecho cargo de la farmacia de mi padre, cerró 90 días la fábrica de productos químicos de La Felguera, sucursal de Duro Felguera, y el conflicto terminó porque estalló la Guerra Civil. Era una fábrica de amoníaco y de sulfato amónico para los abonos nitrogenados, una factoría moderna, bien hecha, de síntesis química por unión de hidrógeno con el nitrógeno a una presión enorme. Tenía cientos de empleados, entre los que había muchos peritos e ingenieros químicos, y mucho personal de calidad. Muchos de los obreros eran oficiales de primera, que manejaban maquinas; nada de pico y pala. Pues, un día, según se contaba, sale un dirigente sindical que no era asturiano, sino castellano, y provoca una huelga porque el jefe químico del taller en el que estaba le hizo marchar a casa porque estaba fumando. Estaba prohibido fumar en esas instalaciones, por peligro de explosión. Le mando sólo un día para casa, pero como era delegado sale este individuo, que era de buena labia, gritando que marchaba despedido y diciendo que así trataba el capitalismo al trabajador. Los obreros le siguieron y se produjo la huelga. Un día, otro, otro y así tres meses. Hubo gestiones del comité, pero la única condición importante con la que no quiso transigir la empresa fue la de despedir a ese mando, a ese químico que ordenó el castigo de un día por estar fumando en un lugar de peligro de explosión. Noventa días de huelga y la gente perdiendo todos los jornales, y sus familia sin ingresar nada. Alborotos por todo los lados, hasta que vino la guerra. De todo esto se hablaba en la farmacia».


Uniformes llamativos. «También de mi infancia recuerdo la huelga de agosto de 1917. Me acuerdo del miedo que tenían mis padres y de cómo ponían colchones en las ventanas. Vivíamos en una casa de alquiler, con bajo, piso y buhardilla. En el piso donde estaban las habitaciones colocaron y ajustaron los colchones en las ventanas. Yo miraba. Era para librarnos del tiroteo que suponían iba a haber por las calles. Y no recuerdo si fue en esa ocasión o en otra presencié una declaración del estado de guerra. Al cruce de nuestra calle, Melquíades Álvarez, con la carretera de Oviedo a Langreo llegó una sección de soldados y, claro, los guajes estábamos encantados. Los soldados tenían un plumero en el gorro y el uniforme era muy llamativo. Llevaban sus fusiles y el oficial al mando tenía una espada en la mano. Total, una docena de soldados y todos los críos admirados, porque nunca los habíamos visto. Llegaron al cruce, para que se les oyera en todas partes y uno de ellos lee en voz alta: "Su Majestad el Rey don Alfonso XIII, y en su nombre el ministro de la guerra, el excelentísimo señor tal y tal, declara el estado de guerra". No recuerdo si era en toda Asturias o sólo en Langreo. Y el soldado proseguía: "En las condiciones siguientes: no puede haber grupos de más de 20 ciudadanos en las calles; quien tenga armas será detenido y juzgado por el código penal militar; todos quedan sujetos a la justicia militar?". Quedamos todos impresionados, y los obreros, que miraban desde lejos, marchaban murmurando; pero tuvieron miedo. La autoridad pública todavía era respetable, porque, en realidad, la fuerza de los soldados no era nada en comparación con los miles de trabajadores de pelo en pecho, a los que si les daban una escopeta a cada uno la armaban y tenían que salir corriendo por pies los pobres soldados y los oficiales. En la huelga de 1917 hubo Guardia Civil por las calles, a caballo, que estuvo parada en la plaza de la iglesia para protegerla, porque anunciaban que iban a volarla en esa ocasión. La volaron en la Revolución posterior, una iglesia recién construida, magnífica, como una catedral de grande. Mi familia, ya digo, vivía en la calle Melquíades Álvarez, cerca de la carretera que va directamente de La Felguera a Oviedo, y que se cruzaba con la carretera a Gijón. En esa confluencia es donde los militares declararon el estado de guerra».


Notre Dame y primera comunión. «De niño estudié en el Colegio Notre Dame, de monjas, un centro de párvulos que era mixto, para niños y niñas. Eran monjas francesas que habían venido a España después de que en este país se hubieran cerrado tiempo atrás muchos conventos. Las monjas eran muy suaves con nosotros y todavía recuerdo una canción que cantábamos en la capilla al Niño Jesús: "Petite sire Monsieur". Estuve un año en este colegio e hice la primera comunión en él. Recuerdo que tuvimos una chocolatada en el patio, en bancos de madera, y antes había llegado el párroco, que era un acontecimiento. Era un párroco famoso en toda la comarca del Nalón, don Eduardo Merediz, un orador estupendo y un hombre de un carácter enérgico, que era respetado incluso por los llamados rojos. Era inteligente y muy noble, también era tosco, por autoritario. No tengo recuerdos de la ceremonia de primera comunión, sólo de la chocolatada, porque estuvo unida a un episodio desagradable. Terminé disgustado porque al levantarme de un banco me enganché con un clavo y desgarré la banda de seda que llevaba, y que ya la habían llevado mis hermanos mayores, con el Sagrado Corazón bordado. Tuve que ir a casa con la banda rota y mi madre me dio un par bofetadas. Ella, Ana María Ajuria Pelayo, era muy enérgica. Tenía doce hijos y no estaba para bromas, así que llegué diciendo: "Me rompió esto", y ris, ras, para que llores por algo. Mi padre era más reflexivo y tenía más paciencia. Era grande y corpulento, y bonachón».


De La Salle y los Agustinos. Después fui al Colegio de los Hermanos de La Salle, un colegio que creó Duro Felguera. La Salle también era una congregación francesa, fundada por San Juan Bautista de La Salle. Los religiosos de La Salle imponían respeto y, sin embargo, fueron asesinados varios de ellos en Turón, durante la Revolución del 34. Eran chicos jóvenes que llevaban un mes en Turón; sólo el director era un poco mayor, y con ellos mataron a un padre pasionista que estaba allí para decirles la misa, porque ellos no eran sacerdotes. Su fundador no quiso que se hicieran sacerdotes, para que fuesen más humildes, y que no estudiasen teología, sino las ciencias ordinarias y las lenguas modernas. Tenían una cultura muy grande y gran seriedad, y ya digo que imponían. Más tarde mis padres me enviaron a León a empezar el Bachillerato, a mis diez años. Me pregunto por qué me enviaron a León, detrás de las montañas cantábricas, a pasar un frío tremendo. Fui al colegio de los Agustinos. Las pase canutas, porque yo era el más pequeño en edad. En todas partes fui el más joven, por haber nacido en enero y porque querían que adelantase un año. Y adelanté un año en el Bachillerato, que lo hice en cinco años, y esa precipitación y de examinarme en junio y en septiembre no me permitió disfrutar de los veranos. Así que en León hice tres cursos en dos años, y los otros cursos ya los hice en Asturias».


Lágrimas en el Bachillerato. «Cuando murió mi padre, en 1925, quedé estudiando en la rebotica yo solo y con un maestro que él me había recomendado, el director de las escuelas nacionales. Yo recibía de él clases de álgebra y trigonometría. Era muy buen maestro, pero de matemáticas sabía tanto como yo. Me examinaba por libre en Gijón, en el Instituto Jovellanos, en junio. Se portó muy bien conmigo un catedrático, el de Química, en el examen de sexto curso. Yo tenía 14 años, en vez de 16 que correspondían por el curso. Era un rapacín de pantalón corto y los demás ya usaban bombachos. Hice el examen y vacilé en unas formulaciones de química orgánica. No lo hice bien; me di cuenta y bajé del estrado llorando. El catedrático lo notó. Yo no estaba acostumbrado a esos fracasos y estaba sentado, esperando a que terminasen los demás para luego recoger la papeleta de las notas. El catedrático detuvo al que se estaba examinado y me dijo que me acercara. "No llores, muchacho, que estás aprobado". Yo me atreví a decir, un poco soberbio: "Eso ya lo sé, pero yo esperaba más, yo esperaba más". Que mal lo pasé; yo me sentía solo porque había perdido a mi padre. En Gijón vivía un tío mío, Antonio Rodríguez-Ponga, que era catedrático en la Escuela de Comercio».


Sexto hermano para la farmacia. «Que después yo estudiara Farmacia fue algo más bien tácito. Mis hermanos mayores ya habían estudiado otras cosas y algunos ya se habían colocado en Duro Felguera. Eran jefes de taller y cobraban sus sueldos, con lo que en casa podían aportar algo y después ya se independizaron. Yo era el sexto hermano y todavía necesitaba del dinero de la familia. Mis tres hermanos mayores habían estudiado en Gijón, el primero, Pedro, hizo Profesor Mercantil e inmediatamente ganó unas oposiciones en el Banco de España. Fue de cajero a Huelva y terminó como jefe del Servicio de Moneda Extranjera, en Madrid. Mis hermanos Enrique y Amós estudiaron juntos porque se llevaban poca diferencia de edad. No sé de dónde sacó mi padre el nombre de Amós, como el profeta, porque no tiene ningún antecedente en la familia. Como tampoco sé de dónde sacó para mí el nombre de Cayo. Pintó asina, como decimos los asturianos. Enrique y Amós estudian Perito Industria y se colocaron en Duro Felguera. Dos hermanas mías mayores, Dolores y Ángeles, no estudiaron. Dolores nació un poco delicada de salud y murió joven, a los 19 o 20 años. Ángeles tampoco estudió carrera, pero era muy inteligente. Se casó con un Felgueroso que tenía un taller derivado de la siderurgia. Luego se fueron a vivir a Gijón».


La ofensiva sobre Oviedo. Mi hermano Enrique estuvo en la defensa de Oviedo, durante la Guerra Civil, después de huir de La Felguera, y más tarde se hizo ingeniero militar. Le oí contar un episodio de la guerra muy curioso, cuando llega un momento en el que los llamados rojos dieron el último empujón y realizaron la última gran ofensiva sobre Oviedo, que querían que fuese la definitiva; pero la ciudad se libró de aquello y no se sabe por qué. El me contó la situación de la llamada ofensiva de febrero de 1937. Contaba que llegó un momento en que ellos estaban en una casa medio en ruinas, por la dinamita que lanzaban los milicianos. En su compañía no quedaba oficial ninguno, salvo él. Habían muerto el capitán, el teniente, y él era entonces brigada. Eran una docena de soldados, nada más. Se luchaba cuerpo a cuerpo, a bayoneta calada y a dinamita en la mano, puerta tras puerta, en las casas que había encima del Campo San Francisco, en Llamaquique. Llega una noche y se produce un silencio sepulcral. La ofensiva se había esfumado, y eso que estaban los milicianos a un paso de la calle Uría y del centro de Oviedo».


Preparando la República. «Tras la muerte de mi padre, mi madre tuvo que pagar a un farmacéutico regente, además de los auxiliares. No le quedaba casi nada, pero con eso pudo darme a mí la carrera de Farmacia. Yo me sacrifiqué y lo aproveché. Había adelantado un año en el Bachillerato y adelanté otro en la licenciatura, y con buenas notas. Estudié el primer curso en Oviedo, en una pensión barata, comiendo lentejas y con una cocina llena de cucarachas, que veía de noche. El primer curso era común a todas las carreras de ciencias y se estudiaba en la Facultad de Ciencias, con asignaturas como Geología, Biología, Química General o Física General. Saqué la mitad sobresalientes y la otra mitad notables. Tenía 15 años y era el único en la Universidad con pantalón corto. Estuve así unos meses, hasta que le dije a mi madre que no me atrevía a seguir viniendo en pantalón corto porque se burlaban de mí los compañeros. Me dio unos pantalones de mis hermanos mayores, que me venían largos. Luego ya fui a Madrid, también a pensiones baratas. Pase mucho frío porque no tenían calefacción central, sino un brasero que te calentaba los pies pero tenías la espalda helada. Estudié lo más que pude. Todos los demás compañeros se iban a aprender baile y todos sabían fumar. Yo ni fumaba ni bailaba. Hasta los treinta años no hice nada de eso; sólo estudié y trabajé. Estuve tres años y medio en Madrid y me licencié en marzo de 1931, a los 20 años escasos. Tenía que haberme examinado en enero y entonces hubiera acabado la carrera con 19 años, que habría sido insólito. Y no acabé en enero porque comenzó el ambiente revolucionario en esa época y se cerró la Universidad Central de Madrid. Las revueltas estudiantiles, las primeras que si hicieron, fueron en esa época y prepararon la llegada de la República».


Rey tachado. «En Madrid, los mentecatos de mis compañeros, hijos de la burguesía, fueron los que iniciaron los alborotos en la Universidad Central, que fue clausurada en enero de 1931. El ambiente ya anunciaba la República; había pintadas insultantes contra el Rey y la gente comentaba que Alfonso XIII se pasaba el día encerrado en palacio y conspirando con los nombramientos. Yo veía ese ambiente y pensaba: "Estamos perdidos", y mis compañeros, de la clase social que vivía un poco mejor, tirando piedras a los guardias. Hubo uno que me enseñó muy gozoso su título de Farmacia con una tachadura sobre "Su Majestad Alfonso XIII". "Al jefe del Estado hay que elegirlo por votación", y yo le replicaba que había que estar en la realidad del país y no crear problemas con la Monarquía. "Si insultáis a éste, vais a insultar al que venga, sea rey o presidente", le decía».


Exaltaciones del pueblo. «Ya licenciado, volví a La Felguera el 1 de abril de 1931 y me hice cargo de la farmacia de mi difunto padre, como regente, porque la propiedad seguía siendo de mi madre, la viuda. Me daba un pequeño sueldo y yo se lo daba a ella, para mantener a la familia. Yo tenía seis hermanos menores que estaban estudiando: Gerardo, Ana María, Carmina, Encarnación, Berta y Gonzalo. La proclamación de la República en La Felguera no fue violenta; tampoco lo fue en Madrid, pero al cabo de un mes llega la quema de conventos e iglesias, entre ellas la que yo solía visitar los domingos en Madrid, la de San Francisco de Borja, de los jesuitas, una de las mejor atendidas. En una ocasión me había confesado allí con el Padre Rubio, canonizado hace pocos años. Tras la quema de conventos, el ministro de la Gobernación declaró: "No podemos hacer nada, son exaltaciones del pueblo jubiloso". Yo no simpatizaba con la República y lloré. Preví los males que iba a traer a España: se quería la República para establecer la revolución del pueblo y al pueblo, por su mayoría, y si está airado y en armas, no lo puede vencer nadie. El pueblo estaba envenenado por su pobreza y era un toro que embiste a ojos cerrados».


Historia y El Quijote. «La Revolución de Asturias de 1934 nos sorprende cuando en La Felguera oímos una noche unas explosiones tremendas. Estaban atacando el cuartelillo de la Guardia Civil del barrio de Urquijo. Sabíamos que iba a pasar algo, se respiraba en el ambiente y se había publicado en la prensa que se habían descubierto alijos de armas en la costa. "¡Dios!, ¿qué pasa? ¿Ya empezó la revolución?", nos dijimos al saber que estaban asediando la casa cuartel. "Adiós, no va a salir vivo ni uno", pensé. Desde los tejados de las casas circundantes estaban lanzando dinamita. Por la mañana hubo silencio y nos enteramos de que los guardias, una media docena con un sargento al frente, pudieron huir milagrosamente. Sin embargo, en Sama, donde estaba el capitán Nart, de familia distinguida, enérgico, con aspecto señorial, y que tenía 20 o 30 guardias, el asedio había sido más fuerte y habían destruido el cuartel con ellos dentro. Y los que habían huido fueron perseguidos por las calles, a la caza del pichón. No apareció ni un botón del capitán Nart. Teníamos un miedo tremendo. "Ahora, ¿qué va a pasar? No tenemos guardias que nos protejan". En la calle había gritos de "¡Manda el pueblo, la burguesía abajo, y a apagarlas todas!". La gente de orden, asustada y metida en casa. Yo estaba en la rebotica y ni me asomaba. Me puse a estudiar historia; me leí cinco de los 25 tomos de la "Historia de España" de Lafuente. Y después me leí «El Quijote» entero. Es lo que saque de bueno de la revolución. Fueron unos 15 días de revolución y no les dio tiempo a socializar la botica. No pudieron organizar el sistema comunista».


La verdad absoluta. «El comité de guerra de Langreo se estableció en el Ayuntamiento y con un cuño se sellaban las recetas. Había que despacharlas gratis y todo funcionaba por vales. No se recibían suministros e iban escaseando las medicinas. A mí se me acabaron los comprimidos de efetonina, del laboratorio Merk, eficaces para el asma. Y lo cuento por lo siguiente: me llega un paisano pidiendo efetonina con el cuño de comité bien claro. "No, no tengo, se me acabó". "¿Cómo no va a haber si me lo recetó el médico y lo que receta el médico hay que respetarlo?". "Pues imposible, se me terminó y no llegan repuestos". "Bueno, ya lo veremos", y se marchó. "Ya me armó el lío este hombre", pensé. Ya me extrañaba que pasasen tres días sin novedad. Llegan después dos mocetones con pañoleta roja y pistolón. "¿Dónde está el boticario?". No creían que fuera yo, porque era un guaje con bata blanca. "Soy yo". Quedaron extrañados porque supongo que querían encontrarse con un hombre más fuerte, para disfrutar humillándolo, porque humillar a un débil no tiene mucha gracia. "¿Por qué te negaste a despacha un medicamento a un ciudadano?". "No me negué, no le pude dar porque no lo tengo". "Vamos al comité". Quité la bata y cerré la farmacia, porque el auxiliar no había aparecido desde el comienzo de la Revolución. El comité estaba ocupando unas oficinas del Banco Herrero. Se me acerca un hombre y me alegré al verle. Era una cara normal, una faz no violenta. "Te acusan de esto". "No hice nada malo, ¿cómo me voy a negar a algo que es referente a la salud si mi profesión es protegerla?", y terminé diciendo: "Y esto es la verdad absoluta". Me atreví a decir "absoluta" y veo que el hombre se mete en filosofía. El comité de La Felguera era de la CNT, anarquista. "¿Cómo que absoluta? ¿Sabes tú cuál es la verdad absoluta". Pensé: "Vaya, este es un filósofo" y le expliqué que la cosa era verdaderamente así: "Si no tengo algo, no puedo darlo". "Bueno, bueno", y cortó la conversación. "Vuelve a la botica y no se te ocurra negar nada a ningún ciudadano". Me dije: "Salvé"».


Suave extinción. «Hubo sucesos parecidos y algunos crímenes. Corría la voz de que habían matado a tal o a cual. La revolución cesó sin lucha: los asturianos no somos tontos. Los dirigentes de la revolución, en Sama, sabían que en el resto de España no había triunfado el levantamiento. La revolución se extinguió suavemente y quedamos maravillados. No hubo escaramuzas con las tropas que vinieron a Asturias. Hubo el pacto de Belarmino Tomás con el general Ochoa. A Belarmino Tomás no le conocí personalmente; una vez le vi hablar por los altavoces. Dicen que era inteligente y tuvo que serlo; luego fue el presidente del Gobierno de Asturias y León, en la guerra. La revolución acabó de súbito, igual que comenzó. Los comités y las casas del pueblo se quedaron vacíos y el Ejército hizo un parón para facilitarles la huida, y no volaron las fábricas, como se rumoreaba».


Oviedo electrificado. «Y la guerra del 36 también fue súbita, aunque la esperábamos. Justo la víspera del alzamiento estábamos varios en el casino de La Felguera, asomados al balcón, y comentábamos que había una tranquilidad muy grande y que algo se estaría tramando. "Un día de éstos va a haber otra revolución", decíamos, pero de izquierdas, ya que no pensábamos que se levantarían las derechas, que son perezosas por naturaleza y educación. También comentábamos si había sido un acierto concentrar a toda la Guardia Civil del valle del Nalón en La Felguera, en el edificio de la Escuela de Artes y Oficios, hermoso y con grandes ventanales, pero inapropiado para cuartel. Era como estar al aire libre. Y se repitió lo del 34. Hubo una noche de explosiones. Como el cuartel estaba a unos ciento y pico metros de mi casa, se oían las explosiones, tremendas, más grandes que las del 34. "Adiós", le dije a mi madre, "No se salva nadie, va a ser una hecatombe y detrás de ellos vamos todos". Y al cabo de un tiempo hubo silencio. A la mañana, me asomo a los visillos y empieza a pasar gente tirando tricornios y sables al aire. Luego un silencio sepulcral. Así comenzó la guerra en La Felguera. Se había producido el alzamiento y se pensaba que iba a ser en todas las capitanías generales y que en siete días, para la fiesta de Santiago Apóstol, el día 25 de julio, se habría acabado todo. Oviedo quedó sitiado. Los milicianos de La Felguera que iban y venía del asedio decían que los fascistas de Oviedo estaban armados hasta los dientes. "No pudimos hacer nada, está todo electrificado", decían. Era pura propaganda».




Frascos y botes. «Tras el alzamiento, La Felguera volvió a ser de dominio rojo. Mis hermanas pequeñas fueron obligadas a fregar los edificios públicos y comenzaron a incautarse de los comercios y a dirigir las fábricas. Nos llegaban noticias de que habían matado a fulano o a mengano, a gente conocida. Horroroso. Fueron ocupándolo todo y las farmacias entraban en su programa. Llegaron a la mía y vino a la incautación alguien a quien yo conocía, que había sido farmacéutico en Sama, un cazurro fino, elegante, que andaba de sombrero. Llegó a la farmacia, pero sin sombreo ni corbata. No se veía a nadie con corbata: llevarla era peligro de muerte. Le atendí yo porque los dos auxiliares no habían aparecido desde hacía días. "Tú por aquí", me dijo. Pero el encuentro no fue mortal. "Vamos a llevarnos lo que tengas de utilidad y éste lo va a ir anotando para que tengas constancia". Cogieron y empezaron a meterlo en cajones, pero sin detallar en el cuaderno. "Veinte frascos de extracto fluido", escribían, pero igual daba que fuera opio, que arsénico, antimonio, boro… Lo contaban por frascos y botes, como los guajes. "Tantos tarros de polvo medicinal", y allá se iban los tarros de Talavera. "Esto no, que está pasado de moda", decía el otro farmacéutico. Al final me dio el papel con la lista y todo lo incautado lo reunieron en otro local, más grande, que fue como una gran farmacia, al estilo de las farmacias nórdicas o alemanas, que yo había conocido en algún viaje en los veranos».


Apellidos confusos. «Los grandes propietarios del comercio de La Felguera huyeron o se escondieron, pero nos llegaban noticias más crueles de Sama, bajo socialistas y comunistas. Allí fueron más fieros y rigurosos, pero en La Felguera eran anarcosindicalistas. La primera mitad de la Guerra Civil en Asturias la pasé sin profesión, sin ingresos, con todo incautado y sin víveres. Las cuentas bancarias estaban bloqueadas. Estabas condenado a muerte por hambre. Eso si no iban a por uno y lo ametrallaban, que era lo más grave porque no tenía arreglo. Había gente buena de las aldeas inmediatas que nos traía víveres a escondidas: un trozo de carne, unos huevos de vez en cuando, una lechuga. Sin cobrarlo; lo anotaban en una libreta y le decía a mi madre: "Ya lo cobraremos más adelante, porque esto no puede durar siempre". Yo enfermé, pero aguante de pie. Nos quitaron las radios y buscaban fascistas por las casas. Yo tenía 25 años. No se enteraron de mi existencia y yo creo que no me localizaron porque tenía apellidos confusos. Nos llamaban la "farmacia de Ponga", porque mi padre era Rodríguez Ponga, pero yo era Rodríguez Ajuria y por esos apellidos no se me conocía. Yo creo que eso influyó para que no me localizaran ni en sus listas. Salía de noche a dar un paseo, para refrescar algo y para evitar los registros de casa. Al volver me decía mi familia: "Estuvieron registrando y miraron hasta debajo de las camas; decían que buscaban armas"».


Gases envenenados. «El Gobierno del Consejo de Asturias y León estaba en Gijón, en el mejor edificio junto al Instituto Jovellanos. En la segunda mitad de la guerra cambió mi situación. Me enteré de que un amigo farmacéutico estaba en Gijón, en la Consejería de Sanidad. Era un hombre inteligente, andaluz, que había sido farmacéutico en Pola de Siero y secretario del Colegio de Farmacia. Era un poco mayor que yo y con mucha labia, y buen organizador. Le habían encarcelado y las pasó canutas, pero después hizo valer sus derechos: que él no era ningún fascista y que había hecho años antes un curso de defensa química, que era una especialidad farmacéutica. Y les dijo que los fascistas eran capaces de lanzar gases envenenados. Yo sabía que en ninguna de las farmacias socializadas de Asturias había farmacéuticos licenciados. Estaba funcionando el uso de medicamentos sin ningún técnico, en manos de aficionados más o menos entendidos. Igual te daban estricnina que aspirina, porque suena parecido y el polvo es parecido. Alguna vez se confundieron y murió el interfecto».


Pendiente de revisión. «Me atreví a ir a Gijón, a ver a este farmacéutico. El único medio que había era el ferrocarril; todo era gratis, "todo es del pueblo", se decía. Llego a la estación y al poco veo a un hombre mal encarado que me llama. "¿Qué haces que no estás en el frente?". Yo era un chaval y destacaba entre la multitud, que era toda de mayores. Antes de la guerra al ir al servicio militar me habían calificado de "inútil temporal pendiente de revisión" porque me faltaba un centímetro de tórax. Yo era muy delgadín. Le expliqué lo de la calificación militar a aquel hombre, que siguió mirándome mal, pero en esto llega el tren y se forma un barullo. La multitud me arrastra al vagón y este hombre se queda con un palmo de narices. Llegué a Gijón y hablé con aquel farmacéutico de mi situación y de lo de las farmacias socializadas. "Llegas en buen momento porque acabo de convencer al consejero de que es preciso tener licenciados al frente de las farmacias, pero él me responde que todos los disponibles son fascistas". Ante ello, mi interlocutor había sugerido al consejero "nombra jefes técnicos pendientes de revisión política". El consejero de Sanidad era anarquista; si hubiese sido socialista a lo mejor hubiera reaccionado de otra manera. Más tarde le traté y vi que era noble; era alborotador, pero hombre ladrador no es mordedor. Me dieron el papel con esa calificación y la guardé como un talismán. El "inútil temporal pendiente de revisión" me libraba de ir al frente, y este papel, de andar escondido».


Alcalde fusilado. «Me mandaron a la farmacia socializada de Sama y tenía un sueldo de 450 belarminos, firmados por Belarmino Tomás; eran como oro puro y mi familia pudo comer. Según avanzaba la guerra yo veía que la tensión aumentaba en los empleados de la farmacia, que eran frentepopulistas. Y un día desaparecen todos los mandos rojos. Se habían ido de noche, en barcos, desde Gijón, al extranjero o a donde pudieron. Otros fueron detenidos por las fuerzas nacionales y se vengaron con ellos, pero no eran los principales culpables. El día que entraron en La Felguera las fuerzas nacionales me encuentro con un cojo al que conocía de antes. "Están llegando los fascistas y los moros". "No tengo miedo a los moros y sí a vosotros". Este cojo corría como podía a esconderse. "Ya están en Laviana", le oí decir. Al cabo de unos días me presenté al coronel que mandaba en la zona de Langreo. Tenía el despacho en el Ayuntamiento; habían detenido al alcalde y lo habían fusilado. No lo merecía. Yo había tratado con él por informes sobre el estado de las aguas y siempre me había recibido atentamente. Al coronel le explique mi situación y le pregunté cómo se llevaban las farmacias en la zona nacional y él no sabía nada».


La decisión de Aranda. «Tuve que firmar un papel como afecto al Movimiento. Como tenía que atender la farmacia no fui movilizado, pero sí hacer milicias de segunda línea, que era una guardia nocturna semanal. Un guardia civil que me tocó de compañero había estado defendiendo Oviedo. Hablamos de Aranda y de que había estado indeciso antes de sumarse al alzamiento. Y él me confió: "Los que le hicimos decidirse fuimos nosotros, la Guardia Civil, y fue el comandante tal quien le persuadió". Siento mucho no haber conservado en la memoria el nombre de aquel comandante».


Camisa azul y sotana. «Hubo represión en todas partes, pero no más en La Felguera, porque no había sido mucha la revolución allí. Una vez me multó el comandante por firmar una petición de libertad de un médico conocido, acusado de colabora con los rojos en Sama. Me llamaron a la Comandancia y defendí mi firma: "No era rojo, si acaso, algo voceras, poco discreto, pero no merece la cárcel". Y me multaron con cinco duros de plata. Me asustó saber que los falangistas se reunían en un piso y decidían sacar a algunos de su casa y matarlos por los caminos. Un día me atreví y fui hasta el piso; se le oía hablar y espere a ver si alguien asomaba. Sale un cura que era falangista; la camisa azul le asomaba bajo las mangas de la sotana y no tenía tonsura, sino el pelo con fijador y olía a colonia. Era un dandi y todo aquello le sentaba como a un santo una pistola, y más en aquella zona trabajadora y anarquista de alma. Le dije: "Estoy oyendo que aquí se acuerda nada menos que seleccionar a los que de noche se van a sacar de sus casas para matarlos". Y agregué: "Siendo cristianos no debemos hacer esto sin la intervención de la justicia. Y el replicó: "Está equivocado, con gente villana no se puede usar guante blanco"».