11/5/09

REQUIEM POR UN DIFUNTO

Hoy lloramos la muerte de un querido amigo: Sentido Común,... que ha estado entre nosotros durante muchos años.
Nadie sabe a ciencia cierta, cuántos años tenía, puesto que los datos sobre su nacimiento ya hace mucho se han perdido en los vericuetos de la burocracia.
El será recordado por haber sabido cultivar lecciones tan valiosas como entrar y salir de la lluvia, porqué los pájaros que madrugan consiguen lombrices. La vida no siempre es justa y tal vez haya sido yo el culpable... Sentido Común vivió bajo simples y eficaces consignas (no gastes más de lo que ganas) y estrategias parentales confiables, ( los adultos, no los niños, están a cargo).
Su salud comenzó a deteriorarse rápidamente cuando se aplicaron reglas bien intencionadas, pero arbitrarias. Informes respecto de un niño de seis años acusado de abuso sexual por haberle dado un beso a una compañera de clase; adolescentes suspendidos del colegio por haber usado enjuague bucal después de almorzar; y que una maestra fuera despedida por reprender a un alumno indisciplinado, sólo hicieron que empeorara su condición. Sentido Común perdió terreno cuando los padres atacaron a los maestros simplemente por hacer el trabajo en el que ellos fracasaron: disciplinar a sus ingobernables hijos. Declinó aun más cuando las escuelas debieron requerir un permiso de los padres para administrar una Aspirina, protector solar, o colocar una cinta adhesiva a un alumno; pero, eso sí, no podían informar a los padres si una alumna estaba embarazada y quería abortar. Sentido Común perdió su deseo de vivir cuando los Diez Mandamientos se convirtieron en contrabando y los criminales recibían mejor trato que sus víctimas. Para Sentido Común fue un duro golpe que uno ya no pueda defenderse de un ladrón en su propia casa, pero si, que el ladrón pueda demandarnos por agresión.
La muerte de Sentido Común fue precedida por la de sus padres, Verdad y Confianza; la de su esposa, Discreción; su hija Responsabilidad y su hijo, Raciocinio. Lo sobreviven sus tres hermanastros; Conozco Mis Derechos, Otro Tiene La Culpa y Yo soy Una Víctima.
No hubo mucha gente en su funeral porque muy pocos se enteraron que se había ido.