16/5/13

Adolfo Hitler

Varios fragmentos de Mein Kampf (Mi Lucha), de A. Hitler, que hoy defienden algunos:

(justificando eliminación de discapacitados, enfermos crónicos, mayores,...:)
“Del mismo modo que la Naturaleza no concentra su mayor energía en el mantenimiento de lo existente, sino más bien en la selección de la descendencia como conservadora de la especie, así también en la vida humana no puede tratarse de mejorar artificialmente lo malo subsistente - cosa de suyo imposible en un 99 por ciento de los casos, dada la índole del hombre - sino por el contrario debe procurarse asegurar bases más sanas para un ciclo de desarrollo venidero.”
Adolf Hitler. Mi Lucha. Primera Edición electrónica, 2003. Jusego-Chile. Pág. 22 (Disponible en internet, en varias páginas filo-nazis.)

“Siendo limitada la procreación, por disminución del número de nacimientos, sobreviene, en lugar de la natural lucha por la vida (que sólo deja en pie al más fuerte y al más sano), como lógica consecuencia, el prurito de "salvar" a todo trance también al débil y hasta al enfermo, cimentando el germen de una progenie que irá degenerando progresivamente, mientras persista ese escarnio de la Naturaleza y sus leyes. El resultado final es que un pueblo tal perderá algún día el derecho a la existencia en este mundo, pues el hombre puede, durante un cierto tiempo, desafiarlas leyes eternas de la conservación, pero la venganza vendrá, más tarde o más temprano. Una generación más fuerte expulsará a los débiles, pues el ansia por la fuerte expulsará a los débiles, pues el ansia por la vida, en su última forma, siempre romperá todas las corrientes ridículas del llamado espíritu de humanidad individualista.En su lugar aparecerá una Humanidad natural, que destruirá la debilidad para engendrar la fuerza. Esto quiere decir que quien crea asegurarle la existencia al pueblo alemán por medio de una limitación voluntaria de la natalidad, automáticamente le roba a éste el porvenir.” (id. Pag. 82)

“Apoyada en el Estado, la ideología racista logrará a la postre el advenimiento de una época mejor, en la cual los hombres se preocuparán menos de la selección de perros, caballos y gatos que de levantar el nivel racial del hombre mismo. Una época en la cual los enfermos, reconociendo su desgracia, renuncien silenciosamente, en tanto que los otros, los sanos, den gozosos su tributo a la descendencia”. (id. Pag. 239)