21/10/11

“Promesas rotas” en la lucha contra el SIDA

El 17 de marzo de 2009, Benedicto XVI, en el avión que le llevaba en su viaje al continente africano afirmaba que el sida “no se puede resolver con eslóganes publicitarios ni con la distribución de preservativos”, y que éstos, “al contrario, sólo aumentan los problemas”. “La única vía eficaz para luchar contra la epidemia es la humanización de la sexualidad”, añadió, “una renovación espiritual”, destinada “a sufrir con los sufrientes”. Las reacciones contra las declaraciones de Benedicto XVI fueron inmediatas y desde todos los estamentos. La ONU informó a través de la página web de la organización que lucha contra el sida recordó que el preservativo es “la tecnología disponible más eficiente para reducir la transmisión sexual del VIH”. Los gobiernos de Francia y Alemania, expresaron su “grandísima preocupación” por las palabras del Papa. Y en España, que somos más chulos que nadie, Sanidad anunció el envío de un millón de preservativos a África.
Incluso la revista The Lancet dedicó su editorial, a arremeter contra las palabras del Papa calificando su declaración de “atroz y completamente inexacta”. Para ello se apoyaba en que la Iglesia católica es contraria a las políticas de control de natalidad y que defiende la abstinencia como forma de controlar la epidemia del sida. The Lancet aseguraba que Benedicto XVI había “distorsionado evidencias científicas públicamente” para promover su doctrina.
Ya en aquel momento fueron muchas las voces que, provenientes de distintos ámbitos de la lucha contra el SIDA, apoyaron las palabras de Benedicto XVI. Una de las personas que alzó la voz para apoyar públicamente al Papa fue Edward Green, máximo experto de Harvard en SIDA, quien reconoció que: “las evidencias que tenemos apoyan sus comentarios. No podemos asociar mayor uso de preservativos con una menor tasa de sida”. Green defendía programan contra el SIDA como el llevado a cabo en Uganda donde el gobierno adoptó en los años 80 un programa que decía quédate con tu pareja o sé fiel. “Allí los programas han intentado modificar los comportamientos sexuales a nivel más profundo”.
Ahora sale a la luz un libro escrito por el propio Green y titulado “Broken Promises” publicado por PoliPointPress (http://p3books.com/brokenpromises/) en el que Green denuncia las políticas occidentales en la lucha contra el SIDA en África y como estas estrategias han producido la muerte de millones de africanos que podían haberse evitado. Green señala directamente a los “expertos” occidentales que han impulsado obstinadamente remedios que no estaban siendo eficaces, como la distribución masiva de preservativos, y al mismo tiempo saboteaban los programas más eficaces que promovían cambios en los comportamientos sexuales que se estaban llevando en países como Uganda. Edward Green hace un llamamiento a cambiar de estrategia y poner el énfasis en la promoción de la fidelidad sexual y la monogamia. Justo lo mismo que dijo hace tres años Benedicto XVI.
Al parecer las evidencias que llevan a la ONU y a determinados gobiernos a utilizar preservativos como único medio contra el SIDA no son solo científicas, sino sobre todo ideológicas. Quien sabe si el editorial de The Lancet tenía en el fondo razón: son algunos, como la ONU, los gobiernos occidentales, las empresas productoras de preservativos… los que tergiversan los datos científicos para intentar imponer su doctrina ideológica.
Curriculum of Edward C. Green: is former director of the AIDS Prevention Research Project at the Harvard School of Health and the author of six previous books, including Rethinking AIDS Prevention, AIDS and STDs in Africa, and AIDS, Behavior, and Culture. For more than 30 years, he has worked in the field of applied anthropology and international health, conducting research in Africa, Southeast Asia, and other parts of the world. He has served on boards of directors and advisory boards for many organizations, including the Presidential Advisory Council for HIV/AIDS, the Office of AIDS Research Advisory Council at the National Institutes of Health, the UNAIDS AIDS 2031Steering Committee, AIDS.org, and the Global Initiative for Traditional Systems of Health.